Érasé una vez un jovenzuelo beduino que vagaba tristemente por un desierto alejado de la mano de Dios. Caminando a duras penas encontró un pozo en el cual se hallaba una moza sacando agua. Punto seguido. El joven beduino le dijo:
- Oh bella mujer estoy enamorado de tí.
y la moza le respondió:
- En aquella plaza de ahí se halla una mujer más bella y digna que yo.
Al instante, el joven giró la cabeza y comenzó a buscarla locamente.
La bella mujer cuando volvió el hombre desesperado al no encontrar dicha mujer, le dijo:
-¡Hay que bella es la verdad y que falsa es la mentira!